La Enseñanza que debe Transformar

-A Modo de Testimonio personal-

Era 10 de abril de 1991 y culminaba mi primera lección en calidad de ‘profesor’  de I Ching en Buenos Aires. Ese mismo día en la noche regresaba a Chile para quedarme y aceptar esta tierra de antiguos reinos desconocidos como a Mi Lugar de Revelación.  Vine a encontrar una montaña que desde hacía más de un año perseguía mis sueños e insistía anteponerse en mis visiones. Recordaba, entonces-  y lo hago aún- el día en que Pilar Volmer, una amiga colombiana que nunca olvidé, me entregó mi primer libro ‘serio’ de I Ching: ‘Aquí tienes a Tu maestro’- dijo. Era un día de otoño, en Fiésole, arribita de Florencia, en aquella casita acogedora que hacía parte de una gran mansión de familia escandinava cuyas cenizas de sus antiguos dueños descansaban en un claro del amplio terreno, en donde íbamos a meditar ante un buda que protegía dos lápidas escritas en idioma que no entendíamos. Allí medité ése día, y una hoja seca marrón y lustrosa cayó suave en mis manos, como depositándose con cariño y sumisión.

Al volver me esperaba mi primer libro de I Ching: grande, hermoso, de cubierta roja y letras chinas en dorado. Nunca pude hallar el árbol de donde partió y se desprendió aquella hoja que guardé en mi bello I Ching. Tenía 26 años. A los 22 años comencé a relacionarme con este Camino que nos Cambia la Vida. Cuatro años después ya tenía este magnífico regalo de los santos y sabios, traído hasta mis manos por una entrañable y vital amiga. Pasarían Diez años, y mucha, raudales, de agua de vida por los puentes de mi existencia, hasta ese otro salto esencial que significó el encuentro, obviamente no casual, con aquel abogado de Locarno y sus amigos viejos y expertos de Basilea, los cuales abrieron ante mi ignorancia toda la vertiente de la Madre Sabiduría.

Pasé por los infiernos, visité los abismos del odio, de la muerte y del principado cainita. Si en 1973 conté como en un rosario a mis amigos y amigas muertos…ahora volvía  desgranar cuenta cuentas para saber quiénes fenecían día a día: fue entre mis 33 y 36 años. Y si antes salí traumado, perplejo y atónito ante la barbarie de la violencia…ahora un asco profundo, visceral y definitivo me apartaba del olor de los muertos y de la sangre que vi y toqué en más de una ocasión. En mi caída, que duró hasta los 38 años, tuve solamente a los Sabios y Santos hablándome cada día, orientándome, dándome explicaciones y sembrando en mi muerte la esperanza de la vida nueva. Dejé de ‘consultar el I Ching’ y pasé a Dialogar con los Santos y Sabios de la Madre Sabiduría. Medité según lo que me enseñaran los ancianos de Basilea…y conocí en conciencia y en  lo concreto a los Ocho Maestros Vivos que Guían este Camino Medio.

Por mucho mis 40 años de edad fueron exactamente la Liberación que en el I Ching podemos leer bajo el signo con ese número. Desde entonces cuento el año desde su comienzo, y no desde cuando se celebra el cumpleaños, que es cuando ya se vivió. Así, hoy tengo 59 años y meses, pero esos meses corresponden a hechos que se están desarrollando en el curso de mis 60 años. Cuando ‘cumpla’ 60 años YA los habré vividos, y comenzaré mis 61: La Verdad Interior.

Algo más de Veinte años enseñando,  y casi 38 años de práctica vívida y constante, con el I Ching, inevitablemente me colocan ante un inquietud que someto al escrutinio de los Santos y Sabios; porque nadie enseña I Ching según su modo y manera, y si eso se hiciere sería una insensatez y una contradicción: porque si el I Ching habla, determina y diagnóstica, entonces el mismo i Ching debe definir aquello que enseñamos, y debemos obedecer a sus reservas, exhortaciones y consejos, de otro modo terminamos enseñando lo propio y lo del ego, y nunca, jamás Sabiduría.

Con el Budismo y mis dos instancias monacales aprendí la disciplina, la constancia y sobre todo la obediencia. Estos principios los he aplicado con el I Ching y nunca haría algo con el I Ching sin consultarlo antes y adecuarme a sus Oráculos. La soberbia de enseñar un supuesto I Ching que nunca tiene en cuenta al Libro Vivo y sus Oráculos es una seria incongruencia.

Justamente por eso, en su momento detuve las Consultas Personales, debido a que Santos y Sabios me llamaban a detener una práctica que ayudó a miles de personas, y que por lo mismo me costó entender por qué debía terminar con algo que tanto me había hecho crecer y a tantas personas levantó de sus abismos. Y ahora, durante todo este año 2012, los Sabios y Santos han sido reiterativos en presentar ante mí sendos  Oráculos que me llaman a cambiar el Sentido de la Enseñanza. También tuve dificultades para deshacerme de compromisos y talleres ya concertados, hasta que en noviembre debí romper con toda agenda debido a advertencias claras y definitivas con respecto a este tema.  Obedecer es mérito de buen Discípulo; ser severo y claro es Don del Maestro. Y si el maestro habla claro y fuerte, el Discípulo debe ser claro y severo en su Obediencia.

Los Tiempos que se abren a partir de este 21 del 12 del 2012, no lo que culmina, porque eso muere y lo muerto no trasciende, sino aquello que se abre y entrega Vida, lo que viene, está pululante de Cambios, Saltos, Crisis y Mutaciones. Entre los años 2017 y 2019, por ejemplo,  el Globo terráqueo  vivirá la mayor crisis climática de la que el Hombre pueda tener memoria.  El planeta cambiará su fisonomía. El Hombre del Mundo no cambiará, ni ahora, ni nunca. El único Ser Humano que cambia es aquel que NO ES del Mundo y estando en el Mundo no Pertenece a Su Orden.

Nos introducimos en una franja de Tiempo en donde la frontera entre la Fe y lo Tangible se esfumarán, y eso provocará la hecatombe de las religiones, las cuales se sostienen en la separación de la Fe con la realidad del Mundo, y la fe para cosas del Mundo.  Y esto quiere decir que aquello que viene del Cosmos, aquello que sucede con el clima, y eso que pasa con el Hombre, y lo concreto de la vida mundana, y lo que pertenece a Dios…se unificará en una realidad condensada en la cual nada estará separado y todo hará parte de la misma existencia. Eso quiere decir que una opción define todas las opciones. Una creencia determina todo el cuerpo de creencias. Una prioridad enriela todo qué hacer de la persona. Dios no estará ajeno a cómo hago, y lo que siento no podrá ser diferente de aquello que hago, y todo deberá funcionar en coherencia con aquello en lo cual creo, y al final eso seré en Mi integridad.  En otras palabras: el cambio que está por entrar desmonta la mentira, anula las separaciones ficticias y desnuda la realidad y la muestra en su real portento y trascendencia. Eso será terrible para muchos, y una bendición para otros.

Pero esto posee una connotación desconocida y que de verdad hace que todo sea diferente: nuestra percepción y relación con el Cosmos. El punto de quiebre de toda idea y filosofía humana será destrozada desde el Cosmos. La fe religiosa actual quedará cuan ignorancia de ciegos no solamente espirituales sino que de la realidad concreta.

Hablamos de algo que no ha sucedido y podemos imaginarlo como queramos: pero se nos advierte no caer en tal ejercicio de ficción porque NADA será como imaginamos, y no podemos imaginar lo que será en verdad.

Con esta Visión de Futuro (porque el I Ching es una ‘máquina del tiempo’ que nos lleva no a predecir o inventar futuro, sino a conocerlo en sus pormenores tangibles y espirituales)   los Santos y Sabios nos advierten que la Enseñanza debe colocarse al servicio del Hombre que viene, y no debe nadie intentar servirse del I Ching para anclar a los Hombres a sus propósitos nimios  y antiguos…porque lo de hoy YA es antiguo ante lo que viene. En modo que todo Ser MODESTO, HUMILDE, Virtuoso, debe colocarse bajo Sentencia de los Santos y Sabios con respecto a lo que enseña…de otro modo serán desmentidos por el mismo Oráculo y deberán justificar la osadía de falsear el Sentido de la Madre Sabiduría.  Es Respeto y Amor por este noble y santo Instrumento el colocarse bajo su Oráculo para recibir en Humildad las correcciones, y las nuevas miradas que debemos obtener para SERVIR al Propósito del reino celeste.

Respondo a una demanda-sobre el Cristo que declaro como mi Fe personal-  que es recurrente, y que en algunos casos es hecha con fobia sectaria: Cristo es el Dios que los Santos y Sabios me mostraron al llegar al Camino Medio. No conozco al Cristo de las religiones, no lo descubrí en un libro. Viviendo el Camino Medio tuve conciencia del Cristo que es Dios y que es Ley de Vida, y que los Santos y Sabios alaban con regocijo y exultación llamándolo ‘El Gran Príncipe’ y ‘El Hijo del Eterno’… y con frases y palabras que podemos hallar en el signo 51 del i Ching, el cual habla del Cristo… aún antes de que encarnara en Jesús. Y con esto contesto a la majadera demanda ¿qué tiene que ver…cómo se une…lo de Cristo con el I Ching? Y es necia la pregunta porque habiendo dado tantas veces respuesta y explayándome sobre el tema en mis Blog y en el tiempo… seguir insistiendo sin antes investigar, averiguar, leer, es de flojos, y eso hace que la pregunta que se repite sea insidiosa. Dios es Uno y es Absoluto: todo lo sabio, lo santo y lo que conduce a la Paz es de su reino. Los Hombres separan lo de Dios para reinar sobre los Hombres y apoderarse de Dios mismo. Por eso insistir en separaciones antojadizas, buscando resquicios dogmaticos para condenar a los infiernos a quienes no piensan como la propia iglesia ordena,  y asegurar la propia creencia como la única válida… es, a este punto del largo Camino, cosa  de necios  y de holgazanes.

También esto hace parte del futuro: Personas íntegras que unen en lugar de separar, universalizan en vez de empequeñecer, amplían y OPTAN en lugar de encerrarse, de encriptarse o vagar por la ambivalencia de los hipócritas. Pues lo que viene ya, y que Sabios y Santos avisan con Urgencia, requiere OPCION, Claridad y saber ESTAR y SER de una Unidad Coherente que nos haga realmente PERSONAS, y ya nunca más ovejas sin conciencia. Lo del Espíritu debe nacer, crecer y revelarse por ESPIRITU.

Consulten con el I Ching, y escuchen la Voz fuerte de los Santos y Sabios.


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