El I Ching en el siglo 21

¿Podemos, entrando en el siglo 21, considerar un sistema como el I Ching cuán algo valido, viable, actual y vigente?

Para responder esta demanda nos hacemos otra, para centrar una mejor respuesta: entrando en el siglo 21, ¿el Hombre está en lo alto en su evolución espiritual y ha conseguido la Suprema Sabiduría, y transita con normalidad por la calidad de Hombre Logrado?

Porque si entendemos que el I Ching es no más que otro texto del conjunto confucionista, o parte histórica del antiguo pensamiento y filosofía china, hay poco de qué debatir. Porque las ideas, la filosofía, el estudio de la cultura pasada son factores académicos, o bien subjetivos que atañen por lo general a l grado de importancia que le entrega una persona o un grupo de estudio cuyo interés no suele ser universal.

Ahora, si somos leales a los orígenes de esta herencia, es deber de rigurosidad ir a la fuente y aceptar aquello que está escrito desde tiempos remotos, a saber: “los Santos y Sabios de tiempos antiguos hicieron el Libro de las Mutaciones para ayuda de las luminosas divinidades… Contemplaron las modificaciones de lo luminoso y de lo oscuro…obraron en Si Mismos la concordancia con el Tao y la Virtud y de acuerdo con ello establecieron el Orden de Lo Recto. Al penetrar el orden del mundo externo y la Ley Interior hasta su núcleo profundo arribaron a la comprensión de Pasado y Futuro”

Conocido es lo importante que ha sido para Santos y Sabios la elaboración, producto de ‘obrar en Si Mismos la concordancia con el Tao y la Virtud’, de la formula y metodología del llamado ‘Camino Medio’. Y no podemos ignorar que dicho camino y vivencia con el Tao y la Virtud, así como llegar al ‘núcleo profundo de la Ley Interior’, fue gracias a la disciplina y perseverancia en la Contemplación y Meditación conocida como ‘circulación de la luz’ o ‘flor de oro’.

Porque el I Ching como formula oracular cumple y ha cumplido un rol en muchos casos, a través del tiempo; pero el Camino al corazón de la Sabiduría contenida bajo este Libro de las Mutaciones nunca ha sido masiva, y escasamente se investiga su origen de honda espiritualidad.

Volvamos a la pregunta y seamos más precisos: entrando en el siglo 21 ¿es aún valido usar el oráculo del I Ching para asuntos cotidianos, personales y/o mundanos? ¡Claro! ¿por qué no? Es una fórmula matemática que se relaciona con el mundo de los números que también son parte activa de nuestro ser, de nuestra realidad física, emocional y espiritual. El mundo es un conjunto de ecuaciones. La materia es matemática combinada en acción.  Y aún sin entender cómo se mueve esta matemática por rieles binarios…igual funciona…porque sus textos resultan claros ante demandas claras. Y se obnubilan si las preguntas son confusas.

¿Y eso es todo? Por supuesto que no. Pues a lo que accedemos con el sistema básico oracular es un EFECTO, un RESULTADO. Pero de la raíz, de los orígenes y de cómo se genera este entramado poco o nada nos interesa, no suele ser una inquietud que conlleve a indagación e investigación. Y de captar nuestra atención podemos cometer el error de intentar ‘estudiar’ – bajo formas y métodos inadecuados-  una disciplina como ésta: que requiere un Orden que ya fue establecido desde antiguos tiempos…  llegando a especulaciones e interpretaciones que pueden parecer interesantes pero que no son el I Ching en su esencia, sentido y propósito.

Justamente: es en este siglo 21 el tiempo en que todo lo concerniente al I Ching y su raíz pueden ser develados, descubiertos y ojalá convertirse en el Camino hacia la superioridad del Hombre Nuevo. Y Esto porque hoy podemos entender y compenetrar la compleja matemática integrada cuyas elaboraciones tanto se acercan a la Física.

Pero el asunto es el siguiente: el desarrollo de la robótica y de la nano tecnología, entre otros avances hasta ahora imposibles o inimaginables, NO comportará una mejor y más alta calidad del Ser Humano en cuanto uso de su capacidad cerebral, desarrollo de su inteligencia, dominio de su cuerpo, poderes que le permitan unirse desde el interior a la naturaleza para de tal forma hacerse UNO con la necesidad y condiciones del planeta. Podrá sí entender, controlar, manejar, manipular, explotar su entorno en modo de obtener beneficios: como la eliminación y superación de enfermedades, prolongar la vida humana, crear bienes inteligentes que le sirvan para su comodidad y placer. Podremos llegar a otros planetas y hacer lo mismo que hacemos en el nuestro (ningún buen augurio, por cierto).

El gran salto humano no es tecnológico: porque corremos el serio riesgo de ser sometidos por el monstruo robótico y tecnológico creado por los humanos, y culminar no en un desarrollo de nuestros potenciales, sino que, por el contrario: disminuyendo y mermado nuestras capacidades, que nos convertirían en pequeños hombres dependientes y al servicio de las maquinas.

El gran salto humano ha estado siempre, y en este siglo 21 con gran urgencia, en la profundización de nuestros potenciales: y en eso consiste el Camino Medio y hacia aquello apunta la Contemplación y Meditación de la Circulación de la Luz (Flor de oro), y tal es la esencia del Camino de Virtud que toda persona lograda debe hacer propia; y en todo este salto interior debemos Vivir al Tao para hacernos Uno con la naturaleza: como único modo de que seamos nosotros, los humanos, aquellos seres Superiores en grado de Crear y recuperar nuestra divinidad perdida.

Porque cuando los Hombres dependan siempre más de las maquinas que piensan a la velocidad de la luz, y que se auto-crean y reproducen a sí misma, entonces serán tratados como plagas biológicas por la inteligencia artificial. Y la única manera de contrastar ese porvenir que se nos avisa desde ahora es, precisamente, acrecentar la capacidad cerebral del Hombre, profundizar la inteligencia humana y llegar a usar el cien por cien de la energía que posee el Hombre y que no conoce, no usa, o ha despreciado. Y unir esta máxima expansión al poder vital que ofrece la naturaleza, haciéndonos Uno, y con aquello postular a la misma fórmula en el proceso con el cosmos.

Para llevar a cabo esta evolución de transformación hacia las metas de máximo desarrollo tenemos los Hombres, en nuestro interior, un pequeño ‘chips’, una chispa distinta y distintiva que nos vive y que nos une al Gran Misterio del Universo y a los Orígenes de la Creación (que llamamos Dios): EL ESPIRITU.

De esto hablan los Santos y Sabios: y para ayudar al Hombre para que salga de la calidad inferior, terrenal y común, ofrece un oráculo que al consultársele empuja a la persona a subir escalones en conciencia y verdad; que si bien asumidas conllevan inevitablemente a que la persona acepte cambios y entienda el valor de los cambios. Esta revolución primaria es la que busca el oráculo, para empezar. Luego pasará a un nivel mayor: que la persona entienda y acepte su entorno, y que salga de estricto individualismo, y se vea como Ser en grado de entender a los Hombres y comprender las leyes del Cielo (CAMINO MEDIO).

Porque el I Ching es algo VIVO que conduce, a quién lo sigue con confianza y sabiduría, hacia la calidad superior de la persona. Y todo el sistema (no solo el oráculo)- con la Contemplación, Meditación, Virtudes y Unidad con el Tao –  cumplen con un propósito: desde el Camino Medio consistir al Hombre alcanzar la superioridad cercana a los dioses para hacer parte de la Creación cuan ente consciente de su poder de luz y luminosidad.

Y con esto contestamos: Sí, hoy más que nunca el Sistema Completo e Integral de la Sabiduría que se nos presenta por medio del I Ching está más vigente…y es mucho más imprescindible y urgente… debido a los desafíos de la alta tecnología y la robótica que no prometen desarrollo humano, sino esclavitud y exterminio; mientras que el Hombre sí posee el potencial para ser y obtener resultados armoniosos y creadores que se igualen a aquello que se pretende lograr de lo artificial.

El Espíritu que nos vive es la clave. El I Ching y su raíz integral es una forma de sabiduría y formula comprobada para alcanzar las alturas que nos permitan entrar en otra etapa de nuestro desarrollo como estirpe adámica que debe recuperar sus Orígenes.

Podemos ser más y mejores que las maquinas, y alcanzar mayores propósitos y con plena armonía.

Hablen, dialoguen y coloquen este asunto de futuro inmediato ante el Oráculo y dejen que su Sabiduría les responda y les ilumine.

 


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